Raices que cuidan, hojas que inspiran
Raíces que cuidan, hojas que inspiran
El OTOÑO nos invita a mirar hacia dentro.
A medida que los árboles sueltan sus hojas, nos recuerdan la importancia de desprendernos de lo que ya no necesitamos para seguir creciendo. En esta época de colores cálidos y brisas más lentas, también nosotros podemos hacer una pausa, observar nuestro recorrido y reconectar con nuestras raíces: aquello que nos sostiene, nos da identidad y sentido.
Por esto, en nuestros talleres y cursos de activación mental y gimnasia cerebral, esta semana hemos planteado como RETO MENSUAL trabajar la actividad de la metáfora poderosa: EL ÁRBOL DE LA VIDA, pues cada persona y cada grupo es como un árbol: ha echado raíces, ha crecido con sus experiencias, ha dado frutos y sigue renovando sus propias hojas.
En la versión INDIVIDUAL, cada participante construye su propio árbol, identificando:
Las raíces, que representan sus orígenes y fundamentos de vida —la familia, el lugar de nacimiento, los valores que le acompañan desde la infancia—.
El tronco, que simboliza lo que da vida ahora: logros, cualidades, retos y actitudes que le hacen fuerte.
Las ramas, que se abren hacia los apoyos y relaciones actuales —personas que acompañan, actividades que sientan bien—.
Las hojas, que recogen los momentos felices, aprendizajes y recuerdos que llenan de sentido el presente.
Y los frutos, que representan hijos y nietos, así como aquello que cada persona ofrece a los demás: consejos, enseñanzas y legados compartidos.
Mientras que, en la versión GRUPAL, el árbol se convierte en un reflejo del equipo:
Las raíces comunes muestran lo que une al grupo —sus valores, su historia compartida—.
El tronco del grupo simboliza la fuerza colectiva, aquello que mantiene unida a la comunidad.
Las ramas representan las aportaciones de cada miembro y la forma en que se apoyan mutuamente.
Las hojas recogen los momentos, experiencias y recuerdos compartidos.
Y los frutos son los aprendizajes y beneficios que el grupo ofrece, tanto hacia dentro como hacia los demás.
Con esta actividad, más allá de su componente simbólico, estimulamos procesos cognitivos esenciales: memoria autobiográfica, lenguaje, atención, planificación y creatividad. Por tanto, es un reto cognitivo y emocional que favorece la autoestima y fortalece la conciencia de grupo.
Porque cuidar la mente también es cuidar la vida.
En Activa-mentex creemos que promover la salud mental en todas las edades significa cultivar espacios donde podamos reconocernos, expresar, valorar nuestro recorrido y mantener viva la curiosidad. Así como el árbol necesita agua y luz para florecer, nosotros necesitamos relaciones significativas, aprendizaje continuo y tiempo para nutrir nuestro bienestar. Así, en este otoño, mientras las hojas caen, nosotros seguimos creciendo.
Cada historia, cada recuerdo, cada conversación compartida en nuestros talleres y cursos se convierte en una nueva hoja de nuestro árbol común: el de la vida activa, consciente y con propósito.
Y ahora, a ti lector una pregunta para llevar a acción y una reflexión:
¿Qué hojas quieres dejar caer y cuáles deseas cuidar esta temporada?
Te invitamos a reflexionar sobre tu propio árbol: tus raíces, tus ramas y tus frutos. Dedica unos minutos a pensar en aquello que te hace fuerte, lo que te impulsa a seguir creciendo y lo que necesitas cuidar de ti. Participa con nosotros en este RETO DE OCTUBRE otoñal y descubre que cada pensamiento, cada gesto y cada recuerdo son semillas de bienestar.
